La actividad económica creció en noviembre un 0,9% en relación a octubre y registró un indicador levemente positivo, del 0,1%, en relación a noviembre de 2023, según los datos del Estimador Mensual de Actividad Económica (EMAE) publicado hoy por el Indec.

El crecimiento se explica por los avances en los servicios (0.5% mensual) y la producción industrial (PI, 0.1% mensual), mientras que las actividades primarias retrocedieron (-1.4%). Con el crecimiento de noviembre, el avance del IGAE durante los primeros 11 meses de 2024 se ubicó en 1.6% anual, muy por debajo del registrado en el mismo periodo de 2023 de 3.6%, lo que
ilustra el debilitamiento de la actividad observado desde finales de 2023. Considerando los resultados de hoy y la información oportuna de diciembre, estimamos una contracción trimestral de -0.3% para el PIB del 4T24 (-0.4% previamente), y mantenemos nuestra proyección de crecimiento del PIB de todo 2024 en 1.5%.

En este penúltimo mes del 2024, las actividades primarias fueron las que mostraron el dinamismo más bajo con una caída de 1.4% en comparación mensual. Esto refleja que la agricultura, ganadería, pesca, caza y explotación forestal redujeron su producción económica.

Por su parte, las actividades secundarias apenas alcanzaron el terreno positivo, con un crecimiento modesto de 0.1 por ciento. Este sector integra a todas las industrias manufactureras, la construcción y la minería.

El mejor desempeño se reportó en las actividades terciarias, que avanzaron 0.5% en este periodo. El comportamiento del sector servicios y el comercio son fundamentales para la economía total de México; aportan cerca del 65% del PIB nacional.

Para este año se proyecta una desaceleración adicional de la actividad económica, a medida que el gasto público siga contrayéndose en línea con la consolidación fiscal presupuestada, las condiciones en el mercado laboral se relajen, las tasas de interés reales permanezcan en niveles restrictivos, y la elevada incertidumbre por políticas locales y de EUA sigan afectando negativamente las decisiones de inversión. La moderada recuperación de las manufacturas en EUA y la depreciación del peso se traducirán en una mejoría de las exportaciones de México, que mitigarían la caída de la inversión y la desaceleración del consumo. Con ello, proyectamos un avance muy modesto de 0.2% para el PIB en 2025.