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Edificios que piensan: transformando el consumo energético urbano

El acelerado crecimiento de la población urbana, especialmente en países de ingresos medios y bajos, plantea la necesidad de un desarrollo sostenible que equilibre sus dimensiones económica, social y ambiental. Esto implica enfrentar desafíos clave como el acceso a vivienda, energía, transporte, educación, salud y empleo, asegurando que las ciudades sean espacios habitables y resilientes.

En este contexto, la gestión eficiente de la energía juega un papel crucial. Según las Naciones Unidas, las ciudades son responsables de la mayor parte de las emisiones de dióxido de carbono (CO₂) a nivel global, y los edificios, en particular, representan entre el 35% y el 40% del consumo total de energía, convirtiéndose en una fuente significativa de emisiones. Optimizar su uso no solo reduce costos operativos, sino que también refuerza la resiliencia de las ciudades ante el cambio climático y promueve un desarrollo urbano más sostenible.

Alejandro Hinojosa, experto en gestión de energía de Veolia —líder mundial en soluciones medioambientales—, lo resume de manera contundente: «La energía más rentable es aquella que no se consume». Esta idea está transformando la forma en que se diseñan y operan los edificios modernos, impulsando una transición hacia modelos más eficientes y autosuficientes.

La eficiencia energética no se trata solo de reducir el consumo, sino también de optimizar el rendimiento de las instalaciones y fomentar la integración de energías renovables. Para ello, empresas como Veolia México desarrollan soluciones personalizadas e integrales para cada edificación, teniendo en cuenta factores climáticos, geográficos y funcionales.

A través de su Building Energy Service, Veolia México ofrece soluciones como el rediseño de sistemas de ventilación, la modernización de equipos con tecnología de alta eficiencia y la optimización de la calidad de la energía suministrada. Estas acciones no solo permiten que los edificios operen de manera más autónoma y reduzcan su dependencia de proveedores externos, sino que también generan ahorros significativos y contribuyen a una gestión más eficiente, tanto económica como ambientalmente.

Esto es posible gracias a auditorías energéticas que analizan el consumo anual de energía primaria y sus emisiones de CO₂, proporcionando un diagnóstico preciso de las oportunidades de mejora. Además, la digitalización desempeña un papel clave en este proceso, permitiendo la recopilación y el análisis de datos en tiempo real a través de plataformas avanzadas de monitoreo. Estas herramientas facilitan la toma de decisiones basadas en evidencia y la implementación de acciones correctivas de manera ágil y efectiva.

Con casi el 70% de la población mundial proyectada a vivir en ciudades para 2050, la eficiencia energética en los edificios deja de ser una opción para convertirse en un imperativo.

La transición hacia una gestión energética más inteligente y sostenible es una de las estrategias más efectivas y rentables para optimizar el suministro, reducir el impacto ambiental y asegurar un desarrollo urbano competitivo y sostenible a largo plazo. Con el apoyo de la tecnología, la innovación y una visión de futuro, el sector inmobiliario en México tiene el potencial de convertirse en un pilar clave para la construcción de ciudades más limpias, resilientes y mejor preparadas para los desafíos del mañana.

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