La llegada del COVID-19 ha trastocado radicalmente las relaciones sociales y el orden establecido. El impacto que ha tenido se siente en todos los órdenes de la vida cotidiana y el ámbito laboral no es la excepción. La creciente tendencia del trabajo a distancia o home office, tendencia en auge aún antes de la pandemia, no hizo más que acelerarse gracias a esta última, lo que ha representado un cambio radical tanto para empleados como empleadores. En este contexto, el éxito dependerá –como ha sido históricamente- de la capacidad de adaptación de las organizaciones y actores ante la nueva normalidad.

El coworking en México, que llegó hace más de diez años, ha tenido un crecimiento promedio del 37% anual, y su presencia se concentra en las tres principales ciudades del país: Ciudad de México, con el 5.7% de su inventario (398 mil m2), Guadalajara con el 8.7% (59 mil m2) y Monterrey con 5.9% (79 mil m2).  Sin embargo, el crecimiento de mercados emergentes ha propiciado su expansión hacia otras ciudades de la república. La cifra de espacios de coworking a nivel nacional asciende a 300 mil ubicaciones, alrededor de medio millón de m2. We Work se mantiene a la cabeza de los operadores a nivel nacional con el 47% de participación de mercado, y más de 250 mil m2 en las tres principales ciudades.

Si bien hasta hace poco el perfil de usuarios de espacios de coworking se enfocaba principalmente en startups, pymes y FreeLancer, la expansión de este tipo de centros y la flexibilidad en contratos ha atraído a empresas más grandes, lo que ido diversificando. Actualmente los primeros lugares de ocupación lo tienen el sector de servicios, con 15,76%, seguido de IT (14.3%) y Retail con 12.50%

Las principales ventajas que ofrece el coworking son la versatilidad de espacios y la oportunidad de interacción de los inquilinos en las áreas comunes, lo que facilita el networking.

Retos y oportunidades en el marco de la nueva normalidad

Algunas de las modificaciones que sufrirán los espacios de coworking para adecuarse a las nuevas reglas de sanidad serán el rediseño de espacios para adaptarse a la sana distancia, de al menos 1.5 m, así como la limpieza y desinfección constante de espacios y la suspensión temporal del hotdesk debido al riesgo de contagio. A su vez se adaptará una nueva señalización en espacios comunes para recordar a los usuarios la adopción de estas nuevas prácticas.

La flexibilidad en plazos y tipos de espacios diversificada para cada tipo de público seguirá siendo un aliciente para las empresas que busquen espacios comunes. Existe una gran oportunidad para los business centers sobre ubicaciones suburbanas que ayuden a evitar largos traslados y favoreciendo opciones de movilidad.